Beatriz: otra forma de luz, un nuevo amor /// Por: Nathalie Londoño Díaz

Lacan: lector de Dante

-A los 700 años de la muerte del poeta-

 “Piezas sueltas”

Fecha: noviembre 30 2021

La divina Comedia – Dante Alighieri

 

Textos base:

  • Seminario 7: La ética del psicoanálisis (1959/60)

El amor cortés en anamorfosis – Clase del 10 de febrero de 1960

  • Canto X – Divina comedia

 

Con mucho entusiasmo me animo a participar en esta actividad de la escuela: “Piezas sueltas”, un encuentro que tiene la intención de conmemorar los 700 años de la muerte del poeta Dante Alighieri. Ana Victoria me convoca a partir de una conversación durante el cierre del cartel Literatura y psicoanálisis algunos días atrás, conversación animada por un gusto común por la literatura que va haciendo tejido con el discurso del psicoanálisis. En este encuentro queda la intención de abrir otros espacios en los cuales estuviese presente esta conexión. En esta ocasión, la idea es poder transmitir cómo fue mi encuentro con Dante, en la obra La Divina comedia, en relación con la lectura de una cita de Lacan en la que lo nombra. ¿Qué me causa este encuentro? Fue la pregunta con la que inicio la construcción de este breve comentario.

Hago la elección de una de las citas propuestas: Clase del 10 de febrero de 1960. El amor cortés en anamorfosis que se encuentra en el Seminario 7: La ética del psicoanálisis. Me llama la atención la relación primera que se establece con la obra de Dante, su subtítulo es: Y Beatriz.

Comienzo así mi recorrido. Para este primer momento no me había acercado a la clase de Lacan, entonces desconocía la cita. En cuanto a la Divina comedia, la leí hace unos 20 años, una lectura rápida para cumplir alguna tarea en la adolescencia.  Antes de embarcarme a establecer alguna relación entre ambos textos, decido ir primero a la obra de Dante.  De esta tenía claras algunas pocas cosas; conocía el personaje de Beatriz, una de sus guías en el Paraíso y tenía una idea principal: en esta obra se narraba el caminar de Dante hacia el paraíso, quien al final se da cuenta que llegar a Dios, a eso divino, era en sí, llegar a sí mismo. Digamos que es así como inicio esta segunda lectura.

Comencé con los primeros Cantos del paraíso donde recordaba que después de atravesar el infierno y el purgatorio, Dante ve por fin a Beatriz.  Tenía claro la existencia real de la persona nombrada así, pues en otra de sus obras conocida para mí: Vita Nuova, el autor nos muestra esa primera imagen de Beatriz, su amor, su enamorada, su dama. Esto me lleva también a la relectura de esta segunda obra. Recuerdo una de sus últimas frases: «Espero decir de ella lo que de mujer alguna se ha dicho». Empiezo a pensar que de alguna manera Dante quiere en la Divina Comedia cumplir esta promesa, sí pensamos, claro está, que este personaje está ubicado en el lugar de su amada perdida a quien quiere recuperar a través de su obra poética.

Es en este punto que comienzo la lectura del seminario VII. En esta clase Lacan habla sobre el amor cortes, plantea por qué traer aquí la noción de anamorfosis –en el marco del arte-, al referirse justamente a eso, que parece ser desde una perspectiva, pero que desde otro plano podría presentarse diferente. Queriendo aclarar un poco más esta noción, me encuentro con la siguiente definición:  imagen deforme, representación grotesca descrita en una superficie plana o curva, pero que, vista a cierta distancia y bajo ciertas condiciones ofrece una figura regular y bien proporcionada. Viene del griego anamorphosis: renovación, nueva conformación, transformación. A su vez, la voz griega está compuesta de ana= inversión y  morphe= forma. Comienzo así a establecer las primeras relaciones. En la cita exacta donde Lacan va a mencionar a Dante, insiste en que no debemos engañarnos, con lo que creo parece referirse  al cuerpo femenino, lo sensual, el nombra algo de sex- appeal, y con ese sentimiento inicial hacia esta mujer, pues, “…en este campo poético, el objeto femenino esta vaciado de toda sustancia real”, acto seguido, nombra a Dante y la facilidad con la que este poeta hace equivaler a Beatriz a la filosofía, incluso en último término a la ciencia sagrada…” La cita termina de la siguiente manera: “…Nunca se habla tanto en términos de amor muy crudos, como cuando la persona es transformada en una función simbólica”. Lacan señala entonces que en la poesía, en esa producción, algo se puede sublimar, en tanto “en toda obra de arte siempre se trata de cierto modo de circunscribir la Cosa, reducirla, rodearla”.

Lo anterior me hace pensar en Beatriz en dos tiempos, un primer tiempo, el de la ilusión del amor, sobre todo por esa primera figura del libro Vida Nueva, ese imaginario de Dante, el flechazo, el principio de un ideal que es el del amor cortés, y un segundo tiempo que parece transformarse o renovarse cuando empieza a describirla en su encuentro durante el paraíso. Si bien aún la muestra como esa belleza que deslumbra, allí aparece un algo más que me da lugar a una cuestión: en efecto hay una configuración distinta en la manera cómo ve a Beatriz. Lo que reconoce Lacan es que ella ya no es solamente la dama de quien Dante se enamora o de quien queda infatuado desde su infancia, sino que él la ubica en otro lugar. ¿Qué representa Beatriz en este punto para Dante? ¿En qué lugar la ubica? ¿En qué la convierte?

Estas preguntas me llevan al canto X. Dante y Beatriz se encuentran en el cuarto cielo. El del sol. Durante todo el canto se hace alusión a la sabiduría. Se mencionan uno a uno los hombres más sabios de Dios. Algo que aparece en casi todos los cantos es la sonrisa, la mirada y la voz de Beatriz, pero en este canto, Dante se encuentra tan concentrado en todo lo que está viendo y escuchando que se olvida de ella. Ante esto, Beatriz se ríe. Aquí la cita:

“Corazón de mortal jamás estuvo

tan inclinado a devoción y a darse

gustosamente a Dios, reconocido,

como yo me sentí al oír aquello.

Y tanto se volcó mi amor por él,

Que Beatriz fue eclipsada y olvidada.

Antes que disgustarse, se río,

Y fulgiendo sus ojos sonrientes

Dividieron mi mente concentrada”

Canto X

Retomando la cita de Lacan y la noción de anamorfosis con la que intenta explicarse, lo que entiendo, es que es como si se hiciera una diferencia entre el enamoramiento y el amor, algo como un desenamoramiento, eso de “algo que ya no es como era entonces”. Por eso la relación entre la figura del amor de Beatriz y la relación con la sublimación pulsional. Anudando esto con la obra, Beatriz, es presentada por Dante como guía en el recorrido por el Paraíso, (casi hasta el final). ¿Podríamos decir entonces que la ubica simbólicamente en el lugar de la sabiduría? o ¿alguien que permite que Dante llegara a algo de ese saber que buscaba? Dante la hace aparecer representando justamente el saber mismo. Podríamos decir, hasta el momento que ella está ubicada en relación con Dios. Ya no es ella, como era o lo que él esperaba, lo que ella simboliza es un saber que cree que está en ella pero que finalmente comprende, está en él. Es incluso ella misma quién intenta ubicarse en otro lugar.  En varios cantos señala a Dante que gire su mirada a otro lugar distinto a ella. Cuando comienzan a subir al cielo ella le dice:

“Tú solo te confundes con locas fantasías que te impiden ver eso que verías sin sus trabas”.

Ya para el canto XXV, Dante exclama:

¡Qué grande fue mi turbación entonces, al volverme a Beatriz para mirarla, y no la pude ver, aunque estuviese en el mundo feliz, y junto a ella!

Hay una escena en la que ella es sustituida por Bernardo, el anciano con quien termina Dante su recorrido. “Una cosa quería y otra vino: creí ver a Beatriz y vi a un anciano vestido cual las gentes gloriosas. «¿Dónde está ella?» Dije yo de pronto. Y él: «Para que se acabe tu deseo me ha movido Beatriz desde mi puesto”.

Quisiera terminar con una cita de Lacan del seminario 24, en la que hace alusión a esta clase que trabajé y dejar abierta la discusión para seguir pensando: “El amor no es nada más que una significación, y se ve bien la manera en que Dante la encarna, a esta significación. El deseo, tiene un sentido, pero el amor — tal como ya lo he puesto de manifiesto en mi Seminario sobre La ética, o sea tal como el amor cortés lo soporta — el amor es vacío”.

 

Referencias Bibliográficas

  • Aligheri, D., La Divina Comedia. Penguin Random House Grupo Editorial. 2021.
  • Lacan, J. Seminario 7. La ética del psicoanálisis. Clase 11. Buenos Aires, Paidós, 2003.
  • Jorge Luis Borges Nueve ensayos dantescos. Alianza Editorial, 1999 – 99 páginas
  • Aligheri, D., La Vida Nueva. Recuperado en línea: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2012/la_vNueva.pdf

 

 

 

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