LA LOCURA. // Por: José Fernando Velásquez. AME de la AMP y de la NEL

(A propósito del programa sobre LA LOCURA de UN ZOOM A LA CIUDAD, José Fernando Velásquez escribió un texto que muy amablemente nos quiso compartir para ser publicado en el blog de la Sede)

1.      ¿QUE PODEMOS DEFINIR COMO LOCURA?

La locura se refiere a lo psíquico humano. Henry Ey decía hace 80 años que la locura era un insulto para la libertad.  El psicoanálisis responde con Lacan: “Lejos de que la locura sea un insulto para la libertad, es su más fiel compañera, sigue su movimiento de sombra. Y el ser del hombre no sólo no puede ser comprendido sin la locura, sino que no sería el ser del hombre si no llevara en sí la locura como el límite de su libertad”[1].

Para Schelling era precisa una definición de la humanidad del hombre que abarcara incluso lo inhumano, la locura, el mal. A. Badiou agrega: “La locura, si bien la consideramos una enfermedad, puede también pensarse como una dimensión posible de la experiencia humana”[2].

La ética nos lleva a pensar la locura como un proceso singular que impide o exalta excesivamente el devenir-sujeto. La locura se puede pensar entonces como una subjetivación imposible, pero también se puede decir, que ella es una subjetivación excesiva.

Lo psíquico no es una unidad sino una estructura hecha de un conjunto de piezas anudadas. Lo que llamamos alma, espíritu, psiquismo, se comunica en el lenguaje, en los afectos, en las conductas, y en las satisfacciones.

Consecuencias: 1. No hay forma de escapar al lenguaje, a los afectos, a los actos y las satisfacciones; así como no hay forma de escapar al encuentro con lo real, con lo imposible. 2. No hay por tanto un portavoz del lenguaje de los afectos y de las satisfacciones, son asuntos que se expresan por sí mismos cuando se enfrentan a la satisfacción o a lo imposible.

Cada estructura psíquica ofrece cierta plasticidad de los arreglos para enfrentarse a la experiencia vital, del amor, la independencia, el manejo del cuerpo, la sexualidad, la muerte, los pensamientos, los acontecimientos, lo imprevisto y lo imposible.

El significado en el diccionario de la palabra locura es la «privación del juicio o del uso de la razón». Se refiere a la posibilidad que tiene la subjetividad de hacer “construcciones psíquicas” que, tienen un carácter rígido e incuestionable por parte del sujeto. En este sentido, aquellos arreglos que se apartan de unos ciertos parámetros de normalidad o de control, y que son rígidos o incuestionables, son considerados locuras.

Las locuras son “modos extremos” que comprometen a cada sujeto en su profunda singularidad, frente a la necesidad de sostener una estabilidad psíquica, cuando se topa con la angustia, o cuando se topa con goce. Modos que vienen al lugar de una compensación donde otros mecanismos “normales” no operan. Los comportamientos, pensamientos, afectos, conductas extremas que llamamos locuras, pueden ser la muestra de una falla en la estructura o, también, la manera de suplirla o repararla y hacerla soportable.

 

2.     TODOS SOMOS LOCOS, TODOS CON NUESTROS PEQUEÑOS DELIRIOS.

El régimen del terror luego de la Revolución Francesa, las guerras santas, el holocausto, los genocidios, son equivalentes a los imperativos categóricos kantianos, tan incondicionales, tiránicos, y absolutos como el derecho al goce propuesto por Sade.  J. Lacan, psicoanalista francés, en un texto llamado “Kant con Sade” aproximó la locura de estos dos pensadores y escritores, para dar cuenta de aquello que decía Schelling, lo inhumano de sus formas de sacrificio a sus Dioses, son formas locas de hacer existir un mandato sin falta, moralista el uno, y perverso el otro, cada uno siguiendo su propia locura.

  1. El ideal del YO es una locura
  • El narcisismo es una locura, es la raíz de buena parte de la patología mental.
  • “creerse Yo es ya una locura”, es un supuesto. La versión del padre que cada uno se haya construido, es una locura en la cual cada quién cree.
    • Cómo se arma a sí mismo, como estructura sus ideales, cómo se permite su goce, cómo interpreta su existencia. Cada uno se arma una ley para su programa delirante de goce.
  • Toda relación de objeto deja ver la locura cuando se trata de una situación extrema.
    • El amor es una locura, (Cómo el sujeto ocupa el lugar de objeto de amor o como ubica al otro como objeto de su amor, posición de amante y amado). “su goce es mi goce”, condición que desdibuja lo subjetivo; o “pedir siempre el consentimiento de mi mamá” condición de un obsesivo que trata de desentrañar su vida amorosa. O el amor que le critica un hombre a su exmujer, madre de un joven de 15 años con problemas severos de conducta y en el deseo: Hizo con él hasta 9°, es ella la que hace por él. Él no hace nada sin que ella le diga”
    • «El sueño de la razón produce monstruos» Francisco de Goya. Lo mismo ocurre con el cuidado del cuerpo, las formas de las religiones, las medidas de prevención, las rutinas cotidianas, etc.
    • La transferencia es una locura,
  • A veces acotadas, a veces son arrebatos, a veces adoptan lo que el psicoanálisis llama, identificaciones de hierro.
    • Me tengo que tomar dos o tres dolex al día como rutina para sentirme bien.
  1. El síntoma de cada uno es también una locura, se convierte en un partenaire de vida. Los síntomas de la respuesta subjetiva pueden ser clásicamente clasificados en síntomas obsesivos, histéricos, fóbicos, ansiosos, depresivos, delirantes, maníacos, conductuales, sicosomáticos:
  • Todos ellos pueden ser extremos o leves, Unas más prominentes que otras como las montañas.
  • no son exclusivos de una estructura.
  • Pueden ser característicos de cada sujeto. Lo que da cuenta de que cada sujeto tiene ciertas fijaciones sintomáticas, de acuerdo a sus propias investiduras libidinales.

 

3.     LA HISTORIA DE LA LOCURA.

  1. En el tiempo precedente al siglo XVII la concepción de la enfermedad mental estuvo bajo una interpretación mítico-religiosa. El loco adquiría la condición de un deshumanizado.
  2. El furor sin causa, en una idea, en un comportamiento, en una emocionalidad, es concebido como un síntoma inequívoco de locura
  3. La locura amedrenta, provoca temor. La locura ha sido un enemigo potencial del orden establecido por la aparición de pasajes al acto, crímenes escandalosos sin justificación, comportamientos económicos y sociales que perturbaban el orden social. Encarna lo diferente radical. Representa lo imprevisible, lo desconocido y lo imposible de rectificar por la fuerza de una certeza, la posibilidad de decir o de expresar cosas que no hacemos, y la imposibilidad de entrar en el mundo psíquico de aquel que está afectado, aunque a veces, él penetra en nuestras emociones que ocultamos. Nos asustan porque dan cuenta de una posibilidad de la débil condición humana. Por ello el estigma, más que por la posibilidad real de agresión.
  4. A partir de Erasmo de Róterdam, la locura pasa a ser pariente de la razón, al considerarla como una condición de lo humano. Esta posición hay que reconocerla como humanista en contra de posiciones o lecturas segregativas que buscan desaparecer lo inhumano.
  5. Idealización de la locura, Vs Segregación del loco. Una historia de los últimos 300 años.
  • Hasta el Renacimiento la locura surge como una nueva encarnación del mal. Es en este momento en que aparece la denominada nave de los locos que determina la existencia errante de los locos, este viaje no solo hacía las veces de barrendero humano, sino que otorgaba al loco la posibilidad de purificación, sumado al hecho de que cada uno es entregado a la suerte de su propio destino, pues «cada viaje es, potencialmente, el último».
  • en el siglo XVIIIse dominará a la locura a través del encierro, con el llamado “hospital de los locos”. 1793, Pinel fue nombrado director de la prefectura de París. Permitió la observación y el conocimiento de varios modos de estructuración de la subjetividad, y la importancia de factores físicos, hereditarios y socioambientales en la génesis de la locura.
  • Los nazis, con su celo higienista hace tan solo 70 años pretendieron borrarlos de la sociedad. “Estaban convencidos de que lo humano solo se afirma por su negación, y de que era preciso eliminar de la humanidad todo lo que ella incluía de subhumanidad (los judíos) o de inhumanidad (los locos). Los nazis extrajeron las consecuencias mortíferas de una teoría ya presente en la razón clásica: si la vida del loco es inhumana, debe ser tratada como tratamos todo que es inhumano, por el dominio, el encarcelamiento o la eliminación”[3]

 

4.    LA LOCURA VS LAS PSICOSIS.

  1. La psiquiatría se guía en la actualidad por la bioestadística, y para ello se apoya en listado de síntomas o signos; todo ello le obvia la necesidad de hablar con los sujetos locos, solo se ve lo superficial, no se accede a su experiencia y cómo la sobrelleva.
  2. Hay situaciones sicopatológicas que dan cuenta de cuadros en los que hay un despojo de la intimidad, una incapacidad de flexibilidad frente a un Todo que parece absoluto, y/o una imposibilidad de darle a cada palabra su contexto y su uso discursivo. El sujeto no puede darle estructura y consistencia a su deseo, se observa la inhibición o el acting, no sabe seducir o semblar, o se produce un sentimiento de autorreferencia, perjuicio y omnipotencia; igual puede suceder a nivel de su discurso articulado, hay inconsistencia en el pensamiento y en el lenguaje, no se comprende el malentendido o el doble sentido, o las palabras se tornan concretas; o se experimentan pensamientos que pueden hacerse certeza, verdad absoluta; o se padece de fenómenos intrusivos que bloquean o desorganizan el sentido; o también puede suceder que es imposible tolerar el goce del otro con quien hace de partenaire.
  3. No todo es el delirio o la alucinación en la locura, desde Esquirol se reconocían casos que él llamaba las “Monomanías” en las que el comportamiento social podía ser normal excepto en alguna área específica.
  4. Cómo clasifica otras locuras más discretas:

El crimen pasional, el cambio de sexo, el imperio de la imagen, las sobreidentificaciones, los fenómenos de tribus, la anorexia, los usos extremos del cuerpo, la espera de dios, ciertas formas artísticas.

 

5.     EL OTRO CONVOCADO ANTE EL LOCO.

La localización del sufrimiento tiene diferentes alcances dependiendo del observador. Por ejemplo: Muchos autores del siglo XIX incorporaron el concepto de “degeneración”, para hacer referencia a estados en los que los individuos corrompen su comportamiento y pensamiento hasta llegar a ser “incapaces de guiarse a sí mismos de acuerdo con los sentimientos naturales”. Las dos escuelas de pensamiento psiquiátrico europeo se esforzaron a destacar los factores afectaban el desarrollo. Los unos buscaron la “degeneración” en las costumbres, los excesos, las pasiones, las relaciones sociales y la educación. Y los otros estudiaban los factores constitucionales, las influencias hereditarias y las intoxicaciones crónicas.

  • El pensamiento mágico religioso, el diván, las neurociencias, la religión, la política.
    • Tolerancia por parte de la normatividad.
    • Tratamientos que pretenden una activa reducción de las actividades del sujeto, a la norma.
  • “No es sin haber sopesado la propia locura, que puede estarse preparado para acompañar la de otro”.
    • Arriesgarse a acompañar la crisis y sacar provecho o experiencia de ella.
    • No permitir que el determinismo negativo conduzca al aislamiento y la demencia psicótica.
  • La solución, cada loco ya la he encontrado.
    • Para muchos no representamos nada en su tratamiento, para otros somos sus secretarios, o una pieza para el manejo de su situación.
    • Para lograrlo hay que aceptar los recursos con los que el paciente ha vivido, entre ellos su inestable relación con su propio deseo, incluso sus silencios y a veces sus simulaciones y manipulaciones.
    • Es importante cuidar la dimensión del secreto.

[1] Lacan, J. “Acerca de la causalidad psíquica”. “Escritos 1”. México, Siglo XXI, 1984. Pág. 166.

[2] Badiou, A. Reflexiona sobre nuestro tiempo. Buenos Aires, Del cifrado, 2006. Pág 39.

[3] Badiou, A. Reflexiona sobre nuestro tiempo. Buenos Aires, Del cifrado, 2006. Pág 39.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *