AUTISMO Y UNIVERSIDAD. // Por: Marlon Cortés, A.P. Asociado a la Nel Medellín

Esta investigación nace de contagiar a la universidad de mi trabajo en la Escuela alrededor del autismo. Su nombre: VICISITUDES EN EL ENCUENTRO ENTRE ESTUDIANTES CON TEA Y SUS UNIVERSIDADES. No sólo contagié a la universidad en la que trabajo, sino también la UPB y la Corporación Ser Especial.

¿Con qué los contagié?

Con una pregunta alrededor de los modos en que los parlêtres autistas se las arreglan para ingresar a la universidad, para sostenerse en ella, y para egresar. Esta investigación es el análisis que se le hizo a 15 entrevistas a personas que están en alrededor de esta situación. Por lo tanto, incluye a jóvenes con autismo, profesores, directivos universitarios, y familiares.

¿Qué hemos aprendido en esta investigación?

  1. La universidad para los jóvenes autistas.

La universidad, en términos generales, es lo que podríamos llamar “un lugar común” al cual aspiran muchos jóvenes. Y la universidad misma se cree su función de formadora de los jóvenes; pero sabemos que muchos autistas no se conducen por la vida apuntándole a cumplir con las expectativas de lo que es un joven para el mundo. En el trabajo clínico que hacemos (no en este proyecto) nos damos cuenta de que construyen un borde constituido por un interés muy específico, pero dicho interés no siempre coincide con las ofertas formativas de las universidades, ya sea por los contenidos, o por las metodologías. Entonces, un joven autista estará en la universidad, si lo que hay allí hace eco de su singularidad. Si no es así, entonces con mucha facilidad renuncia.

De esta forma es que, más allá de pensar alrededor de los jóvenes autistas en la universidad, este asunto nos puso a pensar alrededor de los jóvenes, en general, en la universidad. ¿Hay que ser universitario? ¿Hay que graduarse de la universidad? ¿Los saberes del siglo XXI pasan por la universidad? Son interrogantes que el autismo le plantea al mundo universitario.

 

  1. Las dificultades académicas.

Todo encuentro entre un parlêtre y una institución es conflictivo. Por eso el encuentro entre el joven autista y la universidad, también lo es. Lo que suele suceder es que el joven se acerca a la universidad por un interés específico, pero esta institución, en su ideal de formar a un profesional integral, ofrece espacios académicos que se salen del interés del joven. Por ejemplo, a un ingeniero también le ofrecen en el currículo varios espacios de las ciencias humanísticas. Entonces, este joven se acerca a la universidad por su interés matemático, pero le toca ver literatura, idiomas, etc. Y ahí se suele encontrar con un escollo, al punto en el que pierde las evaluaciones 3, 4 veces, y entonces, puede suceder, termina expulsado por no ganarlas.

Alguien puede decir que esta situación no se presenta sólo en los estudiantes autistas. Y es cierto, pero entonces, la clínica no nos deja ser ingenuos, y hace que nos preguntemos por el estatuto de dificultad que tienen para el autista las materias que no están en su interés específico. Y evidentemente, lo que aparece ahí es del orden de lo real imposible. No es ni una inhibición ni un síntoma neurótico. Es algo en la dimensión de lo real que no le permite acceder a ciertos saberes.

Y entonces otra de las preguntas que el autista le hace a la universidad tiene el siguiente tono: ¿Para ser psicólogo necesito saber inglés? ¿Para ser ingeniero necesito saber de literatura? ¿Para ser sociólogo necesito saber de estadística? Son preguntas que el autismo le hace al ideal que tiene la universidad alrededor de la formación integral.

  1. El vínculo maestro-estudiante.

Cuando se piensa una investigación entre la universidad y sus estudiantes, el vínculo con el docente es uno de los primeros que aparece. Suele ser el contacto más directo que tiene un estudiante con la universidad. El joven autista puede no tener amigos, pero siempre tendrá a un profesor con el que se las tiene que arreglar. Y entonces encontramos situaciones diversas:

  • Cuando la materia que ofrece el profesor tiene que ver directamente con el interés específico del joven autista, las más de las veces, ni profesor necesita. Es sabido que, en el vínculo de estos jóvenes con el saber, el carácter autodidacta tiene su lugar importante. Esto, en principio, puede sonar como ventaja, pero a veces se vuelve problema para algunos profesores que se ven retados por su estudiante.
  • Cuando la materia que ofrece el profesor se aleja del interés específico, el encuentro se torna casi imposible, pues el desinterés de parte del estudiante, a veces, se torna cínico. Y esto, igualmente, puede ser tomado por algún profesor como una desautorización a su saber. Por lo tanto, llegan los conflictos alrededor de lo evaluativo.
  • Cuando la materia que ofrece el profesor se aleja del interés específico del estudiante, pero hay empatía por su condición, encontramos el caso de que algún profesor le regala la nota para que no sea ella un obstáculo en su objetivo por graduarse.

En esta dimensión del vínculo con el maestro, también encontramos que el autista le hace preguntas a la universidad: ¿a qué llaman autonomía en el saber cuando solo el maestro es el que evalúa si el saber es verdadero o no? ¿de qué le sirve saber sobre literatura a un ingeniero que calcula la densidad del cemento para hacer un edificio?

 

A manera de conclusión

Si uno de los objetivos del Observatorio es, precisamente, observar cómo la cultura se las está arreglando con los parlêtres autistas, entonces es necesario decir varias cosas:

  • Ninguna universidad en Colombia se ha preguntado por los procesos de inclusión de personas autistas en las universidades.
  • Cuando lo han hecho, agrupan al autismo en el conjunto de las discapacidades. Y esta concepción del autismo puede traer complicaciones sobre todo para los jóvenes.
  • Puede ser que en los documentos universitarios la palabra diversidad aparezca de manera repetida, refiriéndose a las distintas culturas, distintas discapacidades, distintas razas, etc.; pero hay un gran desconocimiento de los parlêtres autistas que se constituyen al margen de la equivocidad del lenguaje, es decir, al margen de los universales que proporcionan sentido.

Cierro con un punto que no dio tiempo a exponer. Y lo hago en tono de pregunta: ¿qué consecuencias trae el investigar sobre autismo teniendo en el equipo de trabajo a un autista? Es lo que estamos experimentando en esta investigación, y ya veremos los resultados.  consecuencias.

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